Las pequeñas y medianas empresas, también conocidas como PyMEs, son aquellas que cuentan con una plantilla laboral inferior a 250 trabajadores, un volumen de negocios moderado y un acceso limitado a recursos o herramientas en comparación a las grandes empresas.
De acuerdo con Nacional Financiera, en función de estas características las PyMES se diferencian en tres principales categorías, determinadas por su ganancia y número de empleados:
1. Microempresas
Cuentan con menos de 10 personas empleadas y un volumen de negocios que no supera los 4 millones de pesos en ventas anuales.
2. Pequeña empresa
Su plantilla laboral se encuentra entre los 15 y 100 empleados y un balance general anual de 100 millones de pesos.
3. Mediana empresa
Cuenta con entre 100 a 250 empleados y puede lograr ventas anuales hasta los 250 millones de pesos.
De hecho, en la actualidad el término PyMEs ha pasado a incorporar a las microempresas, siendo usado también el término MIPyMEs.
Ventajas y desventajas de las PyMEs
Como cualquier gran empresa, el tener un pequeño o mediano negocio tiene implícito una serie de ventajas y desventajas dentro del mundo empresarial.
Ventajas
Más cercanía con tu clientela: este es sin duda, uno de los principales beneficios de las PyMEs, ya que conoces de manera directa las necesidades de tus clientes y puedes ofrecer un servicio más personalizado. Y genera una sensación de valoración e importancia a los usuarios que puede crear una fidelidad comercial a largo plazo.
Flexibilidad y facilidad en la toma de decisiones: la reestructuración y adaptación permite a las PyMEs lograr una mejor gestión a los cambios que pueda sufrir el mercado. Estas empresas, al contar con equipos reducidos, cuenta con una jerarquización poco complicada. Esto le facilita ajustar sus acciones con mayor facilidad, para solucionar posibles incidencias o errores, logrando una mayor participación e integración de los trabajadores del equipo.
Participación de todo el equipo: el líder o empresario involucra a todos los empleados para lograr una mayor integración emocional y profesional, que vaya de la mano con los objetivos del negocio.
Sin embargo, una de sus mayores desventajas se trata del financiamiento, ya que, en comparación con las grandes empresas, los pequeños y medianos tienen una mayor limitación a la hora de incrementar su capital o acceder a instrumentos financieros, lo que limita y dificulta su crecimiento económico.
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